jueves, 10 de enero de 2008

Quemaduras solares

Definición

La quemadura solar es la manifestación visible de la respuesta inflamatoria desencadenada por la excesiva exposición de la piel a los rayos ultravioleta (UV) solares.

El espectro solar está formado por tres tipos de radiaciones que interactúan con la piel: los rayos ultravioleta (5%), la luz visible (45%) y los rayos infrarrojos (50%). De los tres tipos de rayos ultravioleta (UVA, UVB y UVC), sólo llegan a la Tierra los UVA y UVB, ya que los UVC son interceptados por la capa de ozono. Los UVB se asocian con las quemaduras solares y son los responsables más directos del cáncer de piel. Alcanzan su mayor intensidad entre las 11 y las 16 horas y en el verano.

Los UVA son los responsables del bronceado sin enrojecimiento previo, pueden causar envejecimiento cutáneo prematuro y están implicados en las reacciones de fotosensibilidad producidas por fármacos. Su intensidad se mantiene estable todo el año y todo el día. Penetran en la piel más profundamente que los UVB. Además, se acumulan en la piel y potencian la acción de los UVB.
Ciertas características de la piel del niño hacen que sea más vulnerable a la acción del sol: la capa córnea es más fina, la producción de melanina no está suficientemente desarrollada y las defensas contra los radicales libres son menores.

El hecho de que una persona se queme o se broncee depende de varios factores, como el tipo de piel, la estación del año y la cantidad de irradiación ultravioleta que ha recibido previamente. Existen cinco fototipos cutáneos:



Tipo I (extremadamente sensible): siempre se quema, nunca se broncea.

Tipo II (muy sensible): se quema con facilidad, se broncea mínimamente.

Tipo III (sensible): se quema moderadamente, se broncea de forma gradual y no muy intensa.

Tipo IV (mínimamente sensible): es raro que se queme; se broncea bien e intensamente.

Tipo V (no sensible): no se quema nunca

0 comentarios:

Design konnio.com