jueves, 10 de enero de 2008

Tratamiento y prevención de la demartitis

En el control de la dermatitis atópica, habitualmente la mejor opción es la combinación de medidas preventivas y terapéuticas.

Aunque no existe curación para la dermatitis atópica, puede ser controlada mediante medidas preventivas y terapéuticas. El objetivo principal del tratamiento es permitir que el paciente esté cómodo, mediante el control del prurito y la inflamación.

Medidas terapéuticas básicas:

Mantener la piel hidratada, realizando adecuadamente el baño y utilizando productos hidratantes.
Evitar agentes irritantes y alergenos que produzcan una erupción o hagan que la erupción empeore (ciertos jabones, ácaros del polvo doméstico, determinados alimentos).
Tratar adecuadamente con corticoides tópicos las zonas de piel con eccema, en cualquiera de sus formas: en lociones o cremas en los casos agudos, en crema o pomada en los subagudos, y en pomadas o ungüentos las formas crónicas.
En ocasiones, el médico considerará necesario instaurar algún tratamiento:

Antihistamínicos por vía oral para aliviar el prurito: suele ser una medida muy eficaz junto con las restantes medidas preventivas y el tratamiento tópico con corticoides.

Antibióticos: en caso de sobreinfección de las lesiones.

Corticoides orales: se utilizan si los tratamientos anteriores no han surtido el efecto previsto. Deben utilizarse durante el periodo más breve posible.

En casos muy raros y rebeldes, es preciso administrar inmunosupresores o, en niños mayores de 13 años, fotoquimioterapia PUVA.
Si un niño tiene riesgo de sufrir dermatitis atópica porque alguno de los padres u otros miembros de la familia padezcan esta enfermedad, se pueden seguir pautas preventivas para impedir que se produzcan las erupciones o reducir su intensidad.

Si fuera posible, se amamantará al niño durante 6 meses como mínimo, para potenciar su sistema inmunitario.

Se debe evitar la exposición del niño a elementos que suelen producir alergias, como el polen, el pelo y las descamaciones cutáneas de animales y las comidas alergénicas.

Se debe controlar lo máximo posible la presencia de polvo doméstico.

Es fundamental que la piel esté bien hidratada. Cuando la piel del paciente con dermatitis atópica está bien hidratada es menos sensible a los irritantes y responde mejor al tratamiento farmacológico.

0 comentarios:

Design konnio.com